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09 de octubre de 2022
Este mes de octubre visitamos el pueblo mágico de Aculco, fundado por otomíes y conquistado por los mexicas hacia el siglo XIV, quienes le pusieron el nombre con el que lo conocemos y significa "Donde el Agua Tuerce" esto por los dos ríos que en el se cruzan uno de agua dulce y otro de salada. Ubicado al norte del Estado de México, en colindancia con Querétaro y los municipios de Polotitlán, Acambay, Timilpan y Jilotepec.
Un dato para recordar es que aquí durmió y preparo sus tropas el padre Hidalgo previo a su enfrentamiento con Calleja en 1810, actualmente podemos visitar este lugar y es conocido como Casa Hidalgo.
Aunque más visitado por sus atractivos naturales como la cascada Tixhiñu, con una caída de hasta 26 metros entre prismas basálticos; la presa Ñadó donde se puede pescar o como nosotros que vamos al Cerro Ñadó a 3,300 metros de altura en el ejido de San Jerónimo.
Nuestra aventura 4x4 comenzó a las 9 de la mañana al salir del punto de reunión, en una mañana fresca tomamos camino por la carretera, donde se podía ver una nube que cubría el objetivo; así llegamos al inicio donde ajustamos neumáticos, preparamos nuestros equipos de rescate y se dio el avance de la caravana todoterreno entre las primeras zanjas del ascenso, donde se apreciaba mucho lodo prometiendo hacer de la ruta no solo técnica, sino a poner a prueba la capacidad de las máquinas en este terreno con mucho barro, por lo que en varias ocasiones tuvimos que aprovechar el uso de eslingas, poleas, grilletes, guantes y winch.
El primer paso complicado para el contingente fue a un lado del mirador, en la zanja colorada, una zanja muy profunda, lodosa en curva que da la oportunidad de vivir muchas emociones en el cruce y donde algunos prefirieron un paso más directo, pero igualmente técnico.
La ruta continua por una zanja prolongada y muy profunda, donde se tenía que mantener la horizontalidad del vehículo porque era fácil perderla y quedar inclinados sin poder avanzar, situación que mantuvo la adrenalina al máximo.
La lluvia se mantuvo intermitente, en momentos se intensificaba y en otros se detenía, permitiendo avanzar lentamente hacia la Peña.
El tramo de la arbolada se complicó por la tala de algunos árboles que obstruían el camino original y tuvimos que tomar veredas alternas, donde algunos vehículos se les complicó la maniobra por el espacio reducido de los quiebres y curvas; a esto se adicionó la dificultad de la falta de tracción en fango y pendiente haciendo una experiencia divertida y de aprendizaje.
Dadas las condiciones de humedad y suelo deslizante, comenzamos a descender alrededor de las 5 de la tarde; tomando carretera de regreso, sin mayores contratiempos y en espera de la siguiente aventura, todoterreno.