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19 de febrero de 2022
La experiencia a la que nos llevaron nuestros amigos de Rutas y Aventuras 4x4 en esta ocasión fue como siempre genial y con mucha adrenalina.
Partiendo desde Río Frío, en la colindancia de la Ciudad de México con Puebla, ubicado en el parque Izta-Popo Zoquiapan; ascendimos por caminos vecinales y de terracería en una ruta que presentaba desde sus inicios un clima fresco, rodeados de pinos, encinos, con espectaculares vistas de paredes rocosas o valles; la belleza de la cañada de Shiro junto con su cascada llamo la atención de todos y no falto el que se animó a meterse a dar un remojón.
Los pasos comenzaron cuando algunas zanjas erosionadas por las lluvias y con grandes lajas de roca, nos planteaban más técnica que rudeza para sortearlas, y así entre piedras y lodo fuimos subiendo la ruta offroad desde temprana hora.
A diferencia del año pasado, en esta ocasión el trazo presentaba más humedad y lodo, lo que para algunos nos complicó e hizo más emocionante los cruces, con verdaderos retos de técnica y potencia, en más de una ocasión tuvimos que aplicar las eslingas y malacate para tener éxito y continuar el camino.
Con el apoyo del equipo de Rutas y Aventura 4x4 y de los participantes esta experiencia todoterreno se hacía más intensa y divertida. Como es costumbre nos acompañaron gran variedad de vehículos, desde los más compactos Jinmys, una Baic que cada vez nos sorprende y da que recordar, una Bronco clásica o los infaltables Jeeps en todas sus versiones nos mostraron que esta ruta es para autos con altura y buena tracción, pues las rocas se presentan con mucho ángulo de ataque y los escurrimientos de lodo complican mucho continuar con neumáticos stock.
Así, por eso de las 3 de la tarde ya estábamos mirando el observatorio de la UAEM, cuando el camino presento un fuerte desgaje con lodo arcilloso que patinaba los neumáticos sin permitir la tracción adecuada, por lo que la cumbre se hizo a pie.
Tras esto y tomar un refrigerio, comenzamos el descenso alrededor de las 5 de la tarde y para darle un toque más intenso, lo realizamos por la dirección a Texcoco; la noche nos alcanzó por lo que la mayoría del regreso fue una bonita experiencia nocturna sin mayores contratiempos y a buen ritmo, estábamos rodando en asfalto rumbo a la gasolinera a las 9 de la noche; donde se recargaron tanques, inflaron neumáticos para un feliz regreso a casa.