442 315 31 05
☰
19 de agosto de 2023
El pueblo de San Rafael Ixtapaluca se encuentra en el estado de Puebla, y fue el punto de partida hacia nuestra aventura en el Valle de las luciérnagas. Siendo puntuales, nos dimos cita entre Jeeps, Jimnys, camionetas, todoterreno y 4x4 para, tras recibir las instrucciones en la junta de pilotos de seguridad, manejo y organización; comenzar a la voz de caravana en movimiento.
Íbamos avanzando por un paisaje rodeado de montañas que forman parte de la Sierra de las Cruces. Estas montañas están compuestas principalmente por rocas ígneas y sedimentarias, que han sido moldeadas a lo largo de millones de años por la erosión y la actividad volcánica del Iztaccihuatl.
Nuestro guía de ruta nos ofreció una explicación de las características particulares del lugar, de la diversidad de su flora como pinos, oyameles, encinos, musgo y muérdago que le dan un toque mágico y único al recorrido que se hace, principalmente entre arrancaderos y cortafuegos que evitan y controlan los incendios forestales en la zona. Nos contó que la comunidad ha logrado mantener sin incendios esta área por más de 10 años, lo que ha facilitado la reforestación y crecimiento de la fauna endémica de la región.
En cuanto a la fauna, nos comentó durante el recorrido que se pueden encontrar coyotes, linces o gatos de montaña, venados cola blanca, mamíferos pequeños como liebres, tlacuaches, cacomixtles aves como águilas, halcones, zopilotes, búhos, entre muchos otros.
Nuestro recorrido inicio en una altura aproximada de 2,650 msnm a una final de 3,300 msnm, con un clima que nos favoreció en el recorrido, despejado sin lluvia y una temperatura templada a fría en el regreso.
Nuestro camino nos enfrentó a tramos de roca suelta, pasos entre roca y lodo donde tuvimos que usar el wrinch en más de una ocasión, pues el suelo de barro húmedo impedía el avance de los vehículos.
Como parte principal de nuestra aventura tuvimos una convivencia de pícnic, en un valle cercano a la cañada de las golondrinas, el cual inicio con la colocación de carpas, asadores y en donde cada participante ofreció y compartió una gran variedad de alimentos, donde no falto el asado de algunos buenos cortes, costillas, la preparación de una sopa ramen a la leña que estaba genial, emparedados de carnes frías y quesos todo acompañado de vinos de mesa, aguas de sabores o cerveza según el ánimo y gusto de cada quien. Yo en lo personal, busque probar un poco de cada cosa que me ofrecían, quedando sumamente satisfecho por el sabor y la plática que entre todos se mantuvo en todo momento con anécdotas, chistes e historias muy amenas.
Aprovechando la época del año, nos interesaba visitar el valle de las luciérnagas, para lo cual ya siendo de noche nos detuvimos en la cueva de Chichicazio, aquí nos explicaron parte de la formación de las cuevas en la zona, como la erosión las va formando y su importancia dentro del ecosistema como refugio y resguardo de especies en su interior.
Sin embargo, por la falta de llovizna y por estar terminado la temporada de apareamiento de luciérnagas, no fue posible más que ver una que nos saludó con su vuelo que se mostraba como un punto luminoso que bailaba en la obscuridad del bosque.
Con esto volvimos al calor de nuestros vehículos, pues ya a esta hora se sentía el frío nocturno del valle; retomando el camino al punto de despedida, al cual llegamos con toda la alegría y emoción de haber vivido una gran experiencia offroad entre amigos, vehículos, lodo y bosque. Quedando como siempre cansados, pero llenos de energía para la siguiente ruta y aventura 4x4.