442 315 31 05
☰
10 de septiembre de 2022
En este mes patrio nos fuimos a las playas jarochas de Chachalacas, esta conocida zona Veracruzana se ubica cerca de 50 km. Del puerto de Veracruz, a un costado de la desembocadura del río Actopan, es un lindo lugar pesquero, donde comer mojarra fresca o mariscos mirando el suave oleaje; y es donde se ubican las dunas del Sabanal, con más de diez mil años de erosión y deposición de material, siendo las más grandes del golfo de México. Por su naturaleza, la aventura en las dunas siempre ofrece una experiencia distinta, pues el viento, humedad y sequedad generan distintas condiciones en la arena, la cual incluso varía la altura y posición de los depósitos.
Eran las 9 de la mañana del sábado cuando iniciamos a repartir números, playeras e instrucciones para la ruta a los participantes; de esta forma llegamos a nuestro destino en la Playa de Juan Ángel, donde tras ajustar neumáticos, revisar los kits de emergencia y dar instrucciones iniciamos la aventura todoterreno por un corredor de barjanes y dunas parabólicas, subiendo por la parte de barlovento para bajar por el sotavento; la arena estaba compacta por las recientes lluvias, ofreciendo una buena tracción, con poco viento y un cielo casi despejado.
Ya con pleno dominio de la conducción en arena, conociendo los límites y alcances de cada vehículo, nos agrupamos en la duna de la media luna, cuya cresta permite ver la costa desde Villa Rica hasta el Puerto de Veracruz, pues es uno de los puntos más altos del recorrido, con un descenso de más de 50 mts. y así avanzamos hacia nuestra próxima parada en las dunas de Doña Juana, donde crestas, valles, conos, paredes, rampas hacen de nuestro recorrido 4x4 una experiencia única de adrenalina y técnica; además por las recientes lluvias se tenían varias partes anegadas de agua dulce donde no faltó quien aprovechará para remojarse y divertirse.
Pudimos costear un poco antes de retomar la aventura en la arena, esta vez iniciando por dunas barjanoides y transversales para así llegar a crestas y lomos que nos iban ofreciendo un paisaje único junto a la experiencia de control y técnica para ir librando cada objetivo dentro de la caravana. Fue increíble ver el seguimiento que se hacía del trazo, acelerando y manteniendo la velocidad según se iba requiriendo para llegar a cada lomo de duna y dejar al vehículo descender controlado, incluso en el paso del Bronco nadie se detuvo aun siendo una de las partes que requieren mayor concentración y dirección del 4x4, pues es un área reducida donde se deben tomar varias decisiones para no volcar o quedar embancado.
Tras este paso, nos dirigimos al lado este, para retomar la playa y dirigirnos a la salida, donde pudimos apreciar pelícanos, gaviotas, cangrejos, durante el camino con el contingente compacto tomamos rumbo a la carretera y ahí ya nos detuvimos en la gasolinera, para inflar neumáticos y algunos rellenar tanques.
De esta forma nos despedimos y con mucha emoción nos preparamos para la próxima aventura todoterreno.